Hola Ana, quisiera comenzar dándote un poco de ánimo en esta lucha por tu sueño de ser mamá, yo pasé 19 años buscando lograr un embarazo y cuando ya mi fe se había perdido solo le supliqué a Dios que me diera las fuerzas para hacerme a la idea de no poder sentir esa dicha de ser madre. Mi respuesta a eso: una hermosa princesita de 3 meses. ¡Les comparto mi historia!
Me casé a los 16 años y nunca me cuidé con ningún anticonceptivo. En ese entonces me hicieron unos análisis y salieron positivos porque según esto, yo estaba embarazada; sin embargo, recuerdo que le comentaba a mi mamá que yo no sentía ningún cambio en mi cuerpo, pero confiaba en esos estudios y con mucha ilusión empezamos a comprar cuna y ropa de bebé.
Llegó el día de mi cita para un ultrasonido, quería saber cuántas semanas de embarazo tenía. Cuál fue mi sorpresa que me dicen “no hay embarazo”, sentí que mi mundo se derrumbaba, comenzó a pasar el tiempo y cada mes era una esperanza y nada… Dejé de hacerme ilusiones, pero sin duda cada que alguien de mis amigas o mi hermana tenían bebés, era inevitable sentir tristeza y decía, “¿yo cuándo? Solo me quedaba sonreír y decirles a los demás que aún no pasábamos el tiempo de pareja. Fue entonces cuando decidimos buscar otra opinión.
Me sometí a un tratamiento hormonal durante tres meses y ningún positivo… Pasó un año después del tratamiento y fue cuando pedía fuerzas, ya no para ser madre sino para entender el por qué no.
Fue entonces cuando esa misma semana empecé con síntomas como si fuera a llegar mi menstruación (muchos cólicos y un ligero sangrado) pero no llegó mi periodo y se quitaron los malestares. Comencé con la curiosidad de esos síntomas y me compré una prueba de embarazo.
¡Y cuál fue mi sorpresa que salió positivo! En ese momento de verdad no lo podría creer y a la semana siguiente fui a realizarme un ultrasonido, le expliqué al doctor mis síntomas de cólicos y demás, él me dijo, “vamos a ver qué está pasando” enseguida me dijo, “hay un producto, escucha su corazoncito”.
No lo podía creer, para mí era un sueño del cual no quería despertar y mi bebé ya tenía 8 semanas… Incluso hoy en día, sigo viendo a mi bebé y es algo mágico e indescriptible.
Gracias por leerme y sobre todo espero que sirva de algo para que no pierdan la fe de que algún día su sueño se haga realidad.
Brenda
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