Hola, buenas noches Mom to Be, recientemente vi que publicaron información sobre pérdidas gestacionales y me gustaría compartirles mi historia.

Durante los primeros seis años de casada, mi esposo y yo no queríamos embarazarnos pues antes queríamos lograr tener una casa propia en donde formar nuestro hogar. Llegamos al año siete, y comenzamos a intentarlo cada mes, pero no lo lográbamos  comenzábamos a frustrarnos y preguntarnos por qué no lo lográbamos durante todo un año.

En febrero del 2021 me empecé a sentir muy mal, tenía vómitos y mareos y no olía nada, llegó el punto en que una hermana me dijo: “deberías de hacerte una prueba de embarazo”  y yo solo le contestaba que no porque solo me decepcionaba  sin embargo, mi mamá y mi hermana me insistieron tanto que decidí hacerme esa prueba y para mi sorpresa, dos rayitas aparecieron en mi prueba de embarazo, brinqué como niña pequeña, le dije a mi esposo, ¡por fin lo logramos!

Días después me hice la prueba de sangre y el positivo estaba super confirmado, fue uno de los días más felices de mi vida… y así pasaron semanas y mi pancita iba creciendo poco a poco hasta que llegó el 13 de mayo y en el baño encontré un poco me sangre, me asusté demasiado y llamé a mi esposo y mi familia (la posibilidad de perder a mi bebé me invadía por completo)

A las 10 de la noche fui al Seguro Social y me dijeron que era probable una amenaza de aborto o que el bebé podría tener alguna anomalía. Me enviaron a hacer estudios y un ultrasonido al otro día, pero que por ahora nos fuéramos a casa.

Nos fuimos a casa y recuerdo que oraba mucho a Dios que por favor todo estuviera bien… al otro día fui con un ginecólogo para que me realice el ultrasonido y me dijo “no escucho el latido del corazón” se preocupó el doctor y me hizo un ultrasonido transvaginal, me confirmó lo que nadie que espera con mucha ilusión un bebé quisiera oír, “tu bebé no tiene latido”

En ese momento lloré y abracé a mi esposo, a mi hermana  yo era un mar de lágrimas, me mandaron a hacer un legrado al hospital, pero llevaba la presión altísima, yo iba en shock; la gente, mi familia, mi esposo me hablaban y parecía que yo estaba en otro mundo, esta no era yo.

Mi bebé tenía 14 semanas  me pusieron medicamento para arrojarlo y me hicieron tener un parto con  dolores (fue algo espantoso). Ese mismo día a la 1 am me enseñaron a mi bebé, cabía en una mano era pequeño y estaba bien formado sentí un dolor muy fuerte… y en la cama de a un lado estaba una mujer con su bebé y yo decía, “como no estoy en su lugar”

Nunca me dijeron por qué perdí a mi bebé, hoy le leído aquí lo importante que es buscar un especialista en Biología de la Reproducción, pero afortunadamente mi historia cambió nuevamente.

A los 5 meses de perder a mi bebé, en octubre me hice una prueba de embarazo ¡y nuevamente positivo! Le di gracias a Dios y con mucho miedo le pedí que me dejara ser madre. Mi bebé ha cumplido 3 meses, fue parto normal y desde el momento en que vi a mi niño sentí algo maravilloso e indescriptible.

Hoy les comparto mi historia porque espero que ayude a muchas mujeres que quieren ser mamás a que no pierdan la esperanza, pienso que los tiempos de Dios son perfectos  y que aunque hoy disfruto de mi bebé, jamás olvidaré a mi primer príncipe que no llegó.

Gracias por leerme Mom to Be

Morenita