Cuando somos jóvenes, la mayoría de las mujeres en lo que menos pensamos es en la maternidad; sin embargo, en cada familia existe al menos una tía o algunos parientes lejanos que cada que nos ven o tienen alguna oportunidad nos hacen preguntas fuera de lugar…
En mi caso, recuerdo que antes de tener novio, era un “¿y si vas a estudiar o te vas a casar?”, después ya me decían, “¿te casas terminando la escuela o antes?” En una ocasión, estaba a poco de terminar la universidad cuando me dijeron, “no te vayas a embarcar”. Ahí, el tema ya no era de boda, comenzaban con el tema de los hijos y demás. Y la realidad es que para mí siempre fue incómodo, pero también confrontaba mis ideas, ¿de verdad quería posponer la maternidad? En mi caso, ¡claro que quería!
No me imaginaba ser madre en los 20’s, pues mi formación especializada me llevaría hasta pasado los 30 años y después de ello, tenía tantos planes… salir de casa y vivir sola, ser económicamente estable, cruzar el charco, etc., etc., etc. ¡Ese era mi plan de vida!
Ahora te pregunto, ¿cuál es el tuyo?
Cuando tienes un plan de vida muy amplio, es muy valido que te pase por la mente el tema de la maternidad y sobre todo pensar si es algo que quieres en algún momento y a largo plazo.
¿Por qué lo digo?
A mi consultorio han llegado muchas mujeres y parejas que quieren tener un bebé y al escuchar por todo lo que han pasado, una de sus grandes opciones, es la donación de óvulos y aunque he tratado de explicarles que ser madre o padre, no significa que tus genes sean compartidos por tus hijos, sino maternar y paternar, según sea tu caso. Algunas personas aún son renuentes a esta opción y quieren que el tratamiento sea con sus óvulos… Y ahí es cuando lamento decirles que esa opción debió haberse realizado unos años antes y congelar sus óvulos.
Muy bien, entonces pensemos, ¿qué pasa si quieres compartir tus genes con tus hijos y la maternidad parece una posibilidad muy lejana en tiempo? Ya sea porque no tienes pareja, estás estudiando, tienes el trabajo de tus sueños, terminaste una relación muy larga o cualquier otra razón, incluyendo problemas de salud. Bueno, pues la congelación de óvulos, sería una opción para ti.
La mejor edad para guardar tus óvulos, es antes de los 35 años, pero si todo está bien con tu salud general y reproductiva, puede ser un poquito más.
Una vez que has decidido que la congelación de ovocitos es para ti, deberás ponerte en manos del especialista indicado, un especialista en biología de la reproducción o medicina reproductiva. De preferencia elige un centro de fertilidad, mismo que debe ser un centro certificado, con su propio laboratorio de Fertilización In Vitro (FIV) y con los permisos para almacenar órganos y tejidos.
Para congelar óvulos, si tu salud lo permite, es un procedimiento y tratamiento similar al que se someten mujeres con problemas de fertilidad, en el que te inyectarán durante la primera mitad de tu ciclo, medicamentos hormonales. Esto lo harán para que maduren una gran cantidad de óvulos. Pasarás a quirófano con anestesia general y vía vaginal, serán aspirados los óvulos desde tus ovarios.
El laboratorio de FIV los limpiará, serán preparados y puestos en contenedores especiales de nitrógeno, para conservarlos y así aumentar la posibilidad de convertirte en mamá con ellos más adelante.
Cuando tú sientas que llegó el momento adecuado para tus planes de maternidad, se descongelan los óvulos y se fecundan con el semen de tu pareja o del donante que hayas elegido. Pueden permanecer congelados por una gran cantidad de años.
Los óvulos, legalmente son solo tuyos, nadie podrá decidir sobre ellos, solo tú o algún representante legal, el cual deberás asignar para que en caso de no hacer uso de ellos, decida qué hacer.
Una vez que decidas hacer un tratamiento de Fecundación con estos óvocitos, puedes quedarte en tu clínica o trasladarlos a donde tú decidas y hacer este tratamiento. Nadie te cuestionará el por qué, ni te condicionarán por nada la salida de tus ovocitos.
Los costos de este procedimiento, no varían mucho respecto a un tratamiento cualquiera de Fertilización In Vitro, así que deberás ser muy cuidadosa de la clínica que escojas. Con gusto en mensaje privado podría recomendar alguna clínica con las condiciones adecuadas para hacer este tratamiento.
Pero también recuerda qué si el tiempo ya te alcanzó o no estás segura de querer ser madre. Está la posibilidad de que después “te arrepientas” y la donación de óvulos te dará en cualquier momento, la oportunidad de lograr un embarazo en tu vientre y maternar a tus hijos, aunque el reloj biológico haya acabado de marcar su tiempo.
Gaby García
Presidenta de Pronanhi
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