Recuerdo cuando Natalia llegó a mi consultorio en busca de ayuda, había recorrido más de cinco médicos en los últimos tres meses, ella con una cara llena de angustia me decía, “¡Gaby, de verdad ya no sé si estoy exagerando, pero con ningún médico me siento a gusto!”.

 

Le respondí…“Naty, elegir un médico, es muy similar a elegir una amiga, necesitas que te inspire confianza… si ésta no se logra, será muy complicado abrirte con ese médico o especialista”.

 

Cuando busques un médico, piensa que él o ella será el encargado de resolver todas tus dudas, desde lo más personal, hasta lo más científico y, lo más importante, hacerte sentir, que tu caso está en las mejores manos posibles.

 

Cada individuo tenemos diferentes cualidades y características personales, puede ser que el médico con el que tu hermana se siente muy a gusto, a ti para nada te agradó. ¡Les pongo un par de ejemplos!

 

Hay un médico que me agrada mucho, en su trato y conocimientos, es un hombre muy abierto, y al cual, le gusta explicar a detalle lo que pasa en el cuerpo de los pacientes, usa mucho las analogías para que les quede todo más claro. Sin embargo, en una ocasión, una pareja que recomendé, el esposo me pidió que los canalizara con alguien más, pues le había “hecho sentir como tonto”, utilizando una explicación coloquial de las cosas médicas. Pero en contraste, otros pacientes, se sienten super identificados con su manera de explicar, además que les brinda mucha confianza porque por fin entendieron lo que les estaba pasando en términos no tan científicos.

 

Como esos ejemplos, tengo miles… Otro de los médicos con mejores resultados para mis pacientes, es un médico, un tanto escueto en sus explicaciones, algunas personas me han dicho que les hace sentir que sabe lo que tiene que hacer y que justo esa seguridad los convence, aunque finalmente, no obtengan tantas explicaciones de él, solo necesitan alguien que les diga qué tiene que hacer y ya.

 

Estas historias tienen que ver con la percepción de cada persona sobre los especialistas pero hay algo más importante que debemos tomar en cuenta, algo mucho más serio y técnico.

 

Como han leído en diversas entradas de Mom To Be, hay una especialidad que se dedica a la medicina reproductiva, enfocada a que el ginecobstetra elija una subespecialidad, las cuales pueden ser: medicina reproductiva, biología de la reproducción humana o endocrinología reproductiva; todas estas subespecialidades están enfocadas para atender las necesidades de las parejas que padecen problemas reproductivos.

 

Sin embargo, sabemos que hay muchas personas que dicen ser especialistas y la realidad es que no lo son, por ello, es mejor investigar si de verdad son unos profesionales capacitados en México. Solo deben buscar su cédula profesional, en los siguientes links:

 

http://www.buholegal.com/consultasep/

 

http://www.comego.org.mx

 

Más allá de la instrucción profesional, otra recomendación es atenderte con un médico, que se encuentre en una clínica de medicina reproductiva, para que puedas “revisar” las instalaciones e incluso, ver el laboratorio de Fecundación In Vitro, ¡Donde el milagro de la vida comienza!.

 

Por último, pregunta si la clínica en la que te atiende tu médico tiene registro ante la COFEPRIS, que es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, los permisos deben estar exhibidos para que todas las personas que lo necesiten, los pueda revisar.

 

No tengas miedo de buscar más opciones, cada percepción es válida y debes asegurarte de estar con la persona con la que mejor te sientas. Un médico en el que confíes y que independientemente de los resultados obtenidos, sabes que estará contigo a lo largo de este camino, pues muchas emociones estarán a flor de piel y tener la confianza de que te entiende, ¡Debes sentir paz con su trabajo y con el cuidado que te da!.

 

Gaby García.

Fundadora y Presidenta Pronanhi A.C.