Hola mi nombre es Ana y tengo 33 años… mi historia comienza en marzo del 2017 cuando de repente me enteré que estaba embarazada, fue un embarazo espontáneo e inesperado, pero que desde el momento en que me enteré comencé a amar y a imaginar a ese angelito. Desafortunadamente en la segunda cita me informaron que me quedé en la 4SDG (Semana De Gestación) y que debería hacerme un legrado. Quedé en shock realmente no comprendía lo que pasaba.

Me hicieron el legrado y me dijeron lo peor que pude haber escuchado en ese momento: no sabemos por qué pasa, pero algunas veces sucede esta pérdida, sigue intentando y después de tres pérdidas sería cuestión de analizar. Obviamente no regresé con ese médico y en mi desesperación comencé a buscar respuestas a alguien que me dijera un “¿por qué’”

Acudí a una clínica de fertilidad y escuché por primera vez lo que tengo, Síndrome de ovario poliquístico. Sin embargo, en esa clínica ya querían que ese mismo día les firmara y me prepararían para una fecundación in vitro, me dijeron que era mi única opción. No acepté y tampoco regresé.

Y después de eso, la relación con mi pareja en ese momento no pudo salir adelante y terminó…

En el 2019 comencé la relación con mi actual esposo y fui con la ginecóloga con la que periódicamente me realizo mi chequeo anual, quien intentó regularizarme, sin embargo después de 1 año intentando y después de no lograr avances me envió con un colega que GinecólogoBiólogo de la Reproduccion.

Llegamos a noviembre del 2020 y comencé mi tratamiento con él. La verdad que me sentí muy bien, ya vimos cambios en mí y en mayo del 2021 conseguimos el positivo, ¡estábamos muy felices! Las primeras consultas todo iba de maravilla, pude ver como latía su corazón pero de pronto a la semana nueve, de nuevo sucedió, ese angelito regresó al cielo.

Tanto el doctor como nosotros quedamos muy sorprendidos y tristes. Tras la pérdida me tomé un tiempo para reponerme y volví hasta octubre del 2021 con el Biólogo de la Reproducción para iniciar de nuevo. Antes que nada me envió a hacer análisis de muchas cosas y todo salió bien, así que en enero de este año volvimos a empezar a intentarlo, sin forzar nada solo dando un empujón a mi cuerpo mi tratamiento de hormonas, inductores de ovulación y esperando el milagro.

Familia Mom To Be, convertirme en mamá es un deseo muy grande que vive en el fondo de mi corazón, pero hay días que me es muy difícil aferrarme a él y me invade el miedo a volver a pasar por otra dolorosa pérdida y pienso, “qué tal y nunca logro convertirme en mamá”

Así que allá voy… con miedos, enojos, tristezas pero con mucha esperanza y el deseo de no rendirme, y sobre todo que haré todo lo que esté a mi alcance para lograr mi anhelado embarazo.

Ana.