¡Hola, Ana! Espero que todo vaya muy bien contigo. Te confieso que me tomó bastante tiempo armarme de valor y escribir sobre mi experiencia con la infertilidad secundaria.

Les cuento que tengo 31 años, un hijo de casi 14 años y hace dos años decidí que quería embarazarme nuevamente, así que dejé mis inyecciones anticonceptivas y me puse como tú dices, “a hacer la tarea” y “trabajar” en el que pensé sería el nuevo integrante de mi familia, pero para mi sorpresa, este nuevo integrante no ha llegado.

Pasó el primer año sin anticonceptivos y me relajé,  no me presioné demasiado, pero todo me salía mal, empecé con ciclos muy irregulares, me bajaba hasta dos veces al mes, fue tan terrible y deprimente…

En mi consulta general no querían mandarme con un ginecólogo o especialista en fertilidad, me decían que era normal y que seguramente se trataba de un desajuste hormonal, pero en el fondo yo sabía que no era así. Entonces decidí cambiar de médico y él rápidamente me mandó a realizar estudios generales junto con un sonograma pélvico, y fue cuando me envió con un ginecólogo.

El día del estudio me sorprendieron con el diagnóstico, me dijeron que tenía síndrome de ovario poliquístico, pero lo más triste e incómodo fue la forma en que me lo dijeron, el radiólogo me trató muy cruel y dijo que yo ya no podría embarazarme.

¡No sabía ni qué pensar! Pero acudí a mi cita con el ginecólogo y fue un trato totalmente distinto, una persona muy amable y atento. Me explicó que aún faltaban unos estudios más para un diagnóstico definitivo, que no me desanimara.

Me recetó un medicamento que me serviría para ovular y para mis quistes, y mi pareja y yo nos hicimos más estudios, conteo de esperma y algo llamado histerosalpingografía, un estudio súper doloroso, y quien se lo haya realizado seguramente sabe que te deja moralmente hasta el suelo.

Actualmente, estoy empezando a tomar un nuevo ciclo de medicamento; sin embargo, hay días donde estoy muy triste, pero luego vienen otros días donde digo, “ya no voy a pensar más en eso”.

Sin duda, cada integrante que conforma Mom To Be sabemos que la infertilidad sea primaria o secundaria, es un proceso muy difícil y doloroso, y en los meses que hay algún retraso, es inevitable hacernos ilusiones, aunque después viene la desilusión…

Les deseo toda la suerte y el amor del mundo para quien como yo, está en esta búsqueda para embarazarse. ¡Encontrar esta página ha sido lo más reconfortante del mundo!

Angie