Han sido días de subidas y bajadaaaaaadas. Semanas donde mi gordito y yo pensamos, ¿y si nuestro destino… no es tener un bebé? Pero como les dije a principios de año: ¡2019 viene con todo! Así que, ¿qué creen?

 

Les cuento que hace aproximadamente un mes inicié con anticonceptivos orales y mi primera reacción cuando me los mandaron fue, ¡¿PERO PORQUEEEEE?!  ¡Si lo que nosotros queremos, es embarazarnos!

 

La realidad, es que este tipo de “noticias”, traen un mix de emociones y con ello, el pensamiento y temor de alejarnos cada día más de nuestro sueño, ¡convertirnos en papás!

 

Sin embargo, “el león no es como lo pintan” y justo por eso decidí escribir esta entrada, para platicarles que cuando nos recomiendan anticonceptivos, ¡NO TODO ESTÁ PERDIDO! Esto fue lo que nos explicó nuestro doctor y al menos a Carlos y a mí, nos dejó mega tranquilos, pues es parte de nuestro tratamiento contra el ovario poliquístico y, deseando que todo sea para bien.

 

Recordemos las clases de biología de la secundaria, jejeje. La ovulación es algo súper importante en términos de fertilidad y embarazo, y es por eso que cuando ésta falla o tiene ligeras variaciones, es muuuuy probable que no se logre el tan deseado embarazo.

 

Por ello, a diferencia de lo que pudiéramos pensar, justo los anticonceptivos nos ayudan a regularizar nuestra ovulación. ¡Pfff qué susto verdad! Viéndolo desde ese punto de vista, entonces que nos recomendaran anticonceptivos no es tan terrible como pensábamos.

 

Aunque espero pase volando este mes de estarme tomando “la píldora” porque estos dolorcitos de cabeza, ¡ya están empezando a cansarme!

 

¿Alguna de ustedes ya ha pasado por esto? En verdad me encantaría leerlas.

 

Ana