Hola, buenas tardes, escribo porque me pareció muy interesante esta página. Te cuento que voy para 5 años de casada y pues al principio como muchas parejas decidimos esperar para embarazarnos, principalmente porque no teníamos casa y como todos los comienzos, es complicado al inicio.

Han pasado 3 años desde que comenzamos a buscar un bebé, así sin presión pero desde el primer año me detectaron quistes en mis ovarios, no era síndrome de ovario poliquístico, pero me dieron tratamiento y se me quitaron los quistes, incluso bajé un poco de peso. Así pasé dos años, esperando mes tras mes, hasta que llegó julio del 2019 y fue cuando después de 10 días de retraso nos hicimos una prueba de sangre, pues la verdad yo suelo ser muy exacta en mi periodo, ni siquiera cuando tuve quistes fui irregular y ahí estaba, ¡el tan esperado positivo!, ¡¡llegó!!

Sinceramente no sé cómo explicarlo… pero algo dentro de mí me decía que no debía emocionarme pero era muy difícil no hacerlo, pues en verdad era un bebé muy anhelado. Entonces, fui al ginecólogo e hizo un cálculo de 5 semanas de embarazo y en el ultrasonido solo se veía una bolsita, era muy pronto para un latido y nos citaron 2 semanas después para que al cumplir las 7 pudiéramos escucharlo.

La fecha para volver de vuelta con el ginecólogo era para finales de agosto, sin embargo, días antes de esa cita presenté un pequeño sangrado, me asusté mucho porque no estaba en la ciudad y hablé con el doctor, solo me indicó reposo pues no era un sangrado abundante ni con dolores.

Entonces llegó el día de la cita y cuando me comenzó a revisar, no encontró nada, solo había manchas oscuras e indicaciones de sangre y pues pocos restos de lo que fue el embarazo, (justo en ese momento en lo único que podía pensar era en qué había hecho mal). Sin embargo, el doctor solo nos explicaba que no había forma de saber que esto iba a pasar, que probablemente no estaba bien formado y que el cuerpo es tan sabio que simplemente lo rechazó.

Fue un momento muy duro, el doctor me sugirió un legrado por aspiración ya que no había muchos restos pero no era 100% seguro que con medicamentos se me fuera a limpiar correctamente mi matriz.

Y así fue, me realizaron el legrado, pero incluso antes de esto, el doctor me solicitó unos análisis de sangre para saber qué tan alta y en qué estado estaba de gestación y el resultado fue que aún estaba muy presente en mi cuerpo y el endometrio seguía muy grueso, entonces se optó por esta medida.

Yo llegué a un punto donde quería creer que nunca había estado embarazada, que podía ser un error… porque si ya es difícil esperar el positivo y preguntarse mil y un veces qué es lo que está mal o por qué no llega ese anhelado bebé… y cuando llega y pasa esto, es un shock muy fuerte.

Leo tus entradas y me identifico mucho, como dices, en este proceso pasamos por muchas emociones. Mi esposo y yo, incluso hemos pasado por situaciones donde hemos contemplado hasta una separación, pero gracias a Dios, mi esposo ha sabido manejar mejor que yo esta situación y aquí seguimos, recordando que por encima de todo, ¡él y yo ya somos una familia!

Sé que todo pasa por algo y simplemente he tratado de seguir adelante lo más pronto posible, tengo un gran compañero y una fe muy grande.

Mi esposo comenzará con un chequeo para ver su condición y conteo de esperma, hemos estado acudiendo a consultas pero tratamos de seguir toda las medidas para cuidarnos en esta época, vamos con cubrebocas y al volver a casa cambiarnos toda la ropa y directo a bañarnos.

Muchas gracias por leerme, creo que algunas veces, simplemente uno necesita escribir lo que no puede decir, y no es porque no tenga con quien hablar, pero no es fácil entender cuando no has pasado por algo similar.

Anónimo