Hola a todas las integrantes de Mom To Be que se encuentran en la ardua y difícil búsqueda de un positivo en sus pruebas. Primero quiero decirles que no están solas y que somos muchas en la misma situación, o que también pasamos por eso, así que lo más importante es que no permitan que nadie las haga menos por no tener un bebé. Así que me gustaría compartirles mi historia…

Tengo casi 5 años con mi esposo y cuando nos conocimos y decidimos vivir juntos nunca me cuestioné si podía o no tener hijos, ya que con mi pareja anterior nunca sentí esa seguridad de querer ya formar una familia, teníamos distintas metas. 

Con mi esposo al principio fue un poco difícil porque él quería ya tener hijos y yo no me sentía preparada para crecer la familia, en ese entonces estudiaba y trabajaba, entonces mi vida de por sí ya era complicada. Pero les confieso que tampoco era muy responsable de cuidarme entonces hubo veces que dudé si estaba embarazada porque tenía retrasos en mi periodo. Sin embargo, nunca fui regular en mi menstruación, además que me habían detectado quistes pero me dijeron que no era algo que me traería problemas graves. 

Entonces las primeras veces que no salió mi prueba positiva no me sentía tan mal por que yo sabía que en ese momento no estaba preparada para un hijo por mi estilo de vida.

Al pasar un año y seguir teniendo “descuidos” me preocupé porque las pruebas ya siempre eran negativas, en el fondo ya esperaba un positivo. Fue ahí cuando los papeles se cambiaron y ahora era yo la que deseaba mucho un bebé, ser mamá siempre estuvo en mi plan de vida, y darme cuenta que para mí no sería tan fácil me hizo centrar todo en convertirme mamá. 

Y a eso le añadimos el problema de la familia de mi esposo que nos preguntaban, “¿y cuándo los hijos?” «ya les hace falta».

Fui al doctor y me dijeron que tenía quistes otra vez, que hasta que no me los trataran jamás tendría hijos. Entonces empecé el tratamiento y duré así meses pero el medicamento me ponía muy mal y entonces decidí suspenderlo. Después el problema económico me hizo dejarlo de lado y seguir tratándome con otras opciones, así pasaron 2 años donde me sentía muy triste y frustrada. 

Mi esposo y yo ya nunca nos cuidábamos y cada mes nos hacíamos una prueba, con decirles que llegó un momento que parecía que coleccionábamos pruebas de embarazo. Lloraba cada negativo y mi esposo quería ya dejar este tema a un lado, incluso me dijo  que no estaba conmigo por tener hijos, y que si Dios no nos lo daba, eso no nos impediría ser felices. Pero aún así yo cada vez me sentía más triste porque yo sabía que mi esposo moría de ganas por un hijo.

Así que decidí volver a buscar un doctor y tratarme, ya había empezado con ultrasonidos y algunas pruebas pero fue cuando llegó la pandemia, y además  tuvimos una racha difícil y tuve que suspender otra vez todo. Comenzaba a resignarme y le dije a mi esposo que ahorraríamos para viajar y hacer cosas de pareja…que quizá no era nuestro destino ser padres.

Pasaron algunos meses y la verdad es que mis periodos al ser irregulares cada que hacían acto de presencia me iba bastante mal, al grado de no poder levantarme y tener sangrados excesivos. Entonces decidí que tenía que hacer algo por mí, ya no solo por el hecho de ser madre. 

Así que comencé a investigar alternativas naturales pero no lo tomé al pie de la letra entonces no me consta que eso me haya ayudado, porque siempre es mejor acudir con un doctor o especialista en fertilidad.

Días después empecé días con dolores fuertes en el vientre, yo creía que llegaría mi periodo o estaban formándose quistes nuevamente y comencé con algunas náuseas y mucho dolor de cabeza (yo creía que era la migraña que a veces me daba). Por insistencia de mi esposo me realicé una prueba casera de embarazo aunque yo no quería porque yo juraba que daría negativo y no quería ponerme triste otra vez. Pero terminé realizándola… 

Me llevé la más grande de las sorpresas, salió 🥰 POSITIVO🥰. La verdad ni tiempo me dio de decírselo y preparar una sorpresa a mi esposo, porque no me lo creía, así que salí y le dije, “¿tú qué opinas?” “Crees que sea verdad?”

De repente se levantó, me abrazó y comenzó a llorar, pero aún seguía un poco incrédula y escéptica porque me daba miedo que no fuera real. Así que hice cita con un ginecólogo y me realicé la prueba de sangre. ¡Y sí, definitivamente estaba embarazada de 6 semanas!

Y aunque al principio no fue fácil, tenía dolores extremos que eran una amenaza de aborto y tuve un leve sangrado, así que los primeros cuatro meses viví muy estresada mi embarazo.

Ahora estoy de casi 8 meses esperando un hermoso bebé que ya se mueve mucho y está enorme. No vemos la hora de tener a Leo en nuestros brazos 👣.

Así que puedo decirles que luchar por este sueño, puede ser un camino largo, doloroso y difícil, pero no imposible. ¡Y de verdad los milagros existen, no pierdan la fe! Y como les dije al inicio, no se sientan jamás menos mujer por aún no tener hijos, las cosas llegarán en el momento perfecto.

Les mando un abrazo a todas y deseos de todo corazón que todas las que deseamos de corazón tener un bebé entre nuestros brazos, ¡lo logremos! 💜💜.

Monse