¡Hola, Ana! Mi nombre es Karina, les cuento que mi esposo y yo tenemos alrededor de 4 años buscando ser papás, yendo de aquí para allá y de allá para acá, con un médico y con otro…

Después de un año de matrimonio, y después de ver “que el chicle no pegaba” sin usar anticonceptivos, decidí que era momento de visitar a un ginecólogo para que nos ayudara con el sueño de convertirnos en padres.

Llegué a manos de un médico que me sometió a varias estimulaciones ováricas y coito programado…y nada.

Después nos propuso una inseminación artificial y en la estimulación para realizarla, mis ovarios no respondieron, y no pudimos realizar la inseminación. Al no responder, el médico nos dijo que lo más viable era irnos directo a FIV.

¡Nos cayó como balde de agua helada! Así que decidimos buscar una segunda opinión.

Caímos en las manos de una bióloga de reproducción con una gran calidez y una empatía incalculable, que desde el inicio nos habló muy claro y nos explicó todo con “manzanas y palitos”.

Nuestra bióloga de la reproducción nos explicó cada una de las formas de reproducción asistida y los porcentajes de probabilidad de lograr este embarazo tan deseado.

Después de esa explicación mi esposo y yo decidimos que queríamos hacer otro nuevo intento con una inseminación (y nuevamente mis ovarios no respondieron). Así que decidimos irnos por una FIV para el próximo año.

Mientras tanto estoy llevando una terapia psicológica con una experta en problemas de fertilidad, preparando mi mente y mi cuerpo para recibir a mi bebé el próximo año.

Les envío un abrazo y espero pronto cada integrante de Mom To Be llegué a los especialistas para ayudarnos a cumplir nuestro sueño.

Karina