Familia MTB, llevo tantos días con este sentimiento de tristeza y desesperanza, que no sé si debo empezar a buscar opciones distintas a las que he probado… Conocer más opiniones o de plano como una persona me dijo hace unos días, “tirar la toalla”. Díganme por favor que esta sensación de derrota se deja de sentir en algún momento…

Desde que mi fertilización in vitro fue fallida, siento que las cosas no fluyen como deberían, me preocupa todo, mi relación de pareja, mis padres que están cada vez más nerviosos por mi estado de ánimo y encima el tema de la llegada del coronavirus a México (me pone a pensar mil y un cosas sobre mi salud, la de mi esposo o si esto retrasará aún más mi sueño). La situación en el mundo pareciera que es incertidumbre y preocupación.

Es como si la vida me mandara un mensaje y me dijera “Ana, aún no es el momento”, estoy llena de dudas y no sé hacia dónde vamos, pareciera que ningún esfuerzo es suficiente para tener nuestro anhelado bebé en nuestros brazos.

Y saben, sé perfecto que no soy la única que se siente así… mi gordito ha sido muy comprensivo pero noto que hay días que su mirada es como si me dijera “ya hay que dejarlo hasta aquí, no más pruebas negativas”, no me lo dice pero conozco su expresión, sus gestos, su mirada.

Además, estas semanas he platicado con muchas integrantes de la familia Mom to be, unas me han contado sus historias y han llegado al punto de resignación y ahora están bastante tranquilas y en paz; otras más, que después de años y años de búsqueda, ¡lo lograron! Recuerdo una historia de vida que se me quedó muy en la mente y el corazón, lo intentaron durante 10 años y saben qué, al final hubo un final feliz (ya después les compartiré este testimonio) …

Pero también hay muchas personas como mi gordito y como yo, quienes vivimos un episodio complicado con días de mucha tristeza pero que al llegar la noche nos preguntamos, este viaje por la infertilidad, ¿al final valdrá la pena?

La respuesta está en el aire, no sé si esto cambiará en un mes, en dos, en un año o nunca, pero hay algo que sí sé, todo este camino sería mil veces más difícil si no tuviera este espacio para desahogarme, donde converso con gente que claro que me entiende porque ha pasado por lo mismo que yo o cosas aún más fuertes y dolorosas.

Es entonces cuando quiero agradecerles el apoyo, el ánimo que cada una me da, es una energía que se mueve y me ayuda. En verdad que quiero hacer recíproca la esperanza que me brindan, lo intento una y otra vez al despertar… El médico nos pidió esperar este mes y pues no tengo de otra más que aceptar que aún no es mi momento, nuestro momento. Gracias por leerme.

Ana.