¿Alguna vez han sentido que sin importar lo  que hagan, todo parece estar en su contra? Yo sí…y ha sido en más de una ocasión. Me llamo Marisol, tengo lupus y sueño con convertirme en mamá.

Desde muy pequeña he tenido que lidiar con GRANDES obstáculos, esto de que tu propio cuerpo en lugar de defenderte…te ataque, no es lo más padre del mundo, pero tampoco es algo imposible de sobrellevar.

Soy del tipo de personas que sueña con el príncipe azul, la boda y la familia perfecta (en mi escenario sólo faltarían los unicornios felices y saltarines, jejeje). Y pese a todos los baches que la vida y…mi cuerpo me han puesto, he logrado cumplir todo lo que me propongo. Me considero una mujer afortunada y, sin querer sonar presumida, feliz.

Pero es un hecho que siempre queremos más y hace un tiempo mi marido y yo comenzamos a considerar más en serio el tener un bebé.

No sé que por mi enfermedad, debemos tener todo fríamente calculado, bajo supervisión médica…nada al azar. Sé que eso le quita un poco de romanticismo a la situación, pero si eso significa incrementar la seguridad y bienestar de mi bebé y el mío, pues que así sea.

Después de prepararme por casi un año, estabilizando mi enfermedad, disminuyendo las dosis de medicamentos e intercambiando algunos otros por unos menos dañinos para el bebé; por fin estaba lista para comenzar a intentarlo.

Mi marido y yo, aunque temerosos, comenzamos a hacer “nuestra tarea”. La verdad era muy divertido y poco a poco el miedo fue desapareciendo.

Hace un par de semanas el médico acaba de confirmarnos que…¡estamos embarazados! En verdad no lo podíamos creer, sigo sin creerlo al 100%, parece un sueño.

Pero es justo ahora que los miedos comienzan a aparecer, hace mucho que no sentía un miedo como este.

Muchas cosas pasan por mi cabeza, el lupus neonatal, la tasas altas de abortos espontáneos, la preeclampsia. En verdad estoy tratando de evitar estos malos pensamientos y miedos, mi marido y mi médico han hecho un equipo fantástico, para mantener en equilibrio mi salud física y emocional.

Como en todos los embarazos, debemos tener mucho cuidado en los primeros 3 meses, ya que puede “despertarse” mi enfermedad y deberíamos tomar grandes y serias decisiones sobre la medicación que recibiría y el impacto que tendría en mi bebé.

Por ahora sólo puedo cuidarme, tratar de no estresarme y cruzar los dedos para que todo fluya de la mejor manera y podamos convertirnos en padres un pequeñito o pequeñita saludable.

Marisol