Cada año celebramos el Día Mundial de la Diabetes con la finalidad de promover entre la población el conocimiento de los factores de riesgo de este padecimiento y las consecuencias que podrían llegar a pasar si no se mantiene un control y una continua comunicación con el médico tratante.

 

Pero…¿en algún momento pensaron que la diabetes podría agregarle riesgo a su embarazo?

Comencemos por lo básico, la diabetes es una enfermedad en donde los niveles de glucosa, azúcar en la sangre, se encuentran elevados. Se considera en general que existen tres tipos de diabetes: diabetes tipo 1 o también llamada insulino dependiente, es la que se encuentra asociada a la infancia o en etapa juvenil; diabetes tipo 2 o también conocida como la diabetes del adulto; y la diabetes gestacional es la diabetes que aparece por primera vez cuando la mujer está embarazada, pero tranquilas, la mayoría de la veces ésta desaparece al momento del nacimiento.

 

La diabetes gestacional es particularmente común en las mujeres que cursan embarazo y puede ser peligroso tanto para la madre como para el bebé ya que tiene como riesgo predisponer a la madre a padecer más adelante diabetes tipo 2 y a su vez, puede influir en que el recién nacido presente obesidad y diabetes tipo 2.

 

Pero, ¿por qué sucede esto? Las hormonas del embarazo interrumpen la acción de la insulina, hormona encargada de la adecuada distribución y manejo de la glucosa en la sangre. Pero existen otros factores de suma importancia para poder padecerla:

 

  • Embarazos en mujeres mayores de 25 años
  • Grupo étnico (las latinas, las afroamericanas, los asiáticos tienen mayor predisposición)
  • Antecedente familiar de diabetes
  • Ser hipertensa previo al embarazo
  • Cursar con diagnóstico de ovario poliquístico
  • Cursar con sobrepeso previo al embarazo

 

Y otras asociadas a embarazos previos como:

 

  • Antecedente de dar a luz bebés mayores a 4 Kgs o con alteraciones al nacimiento.
  • Antecedente de abortos o mortinatos inexplicables.
  • Aumento excesivo de peso durante la gestación en curso
  • Aumento en la cantidad de líquido en el embarazo en curso

 

Lamentablemente, los síntomas que se presentan en la diabetes gestacional son prácticamente nulos; sin embargo, se pueden asociar a aumento de sed, fatiga, temblores, visión borrosa, infecciones recurrentes en orina o en vagina, aumento de la micción entre los principales.

 

Si desean saber si la padecen, sólo necesitan realizarse un test de glucosa en sangre en el segundo trimestre del embarazo, este “tamiz metabólico” nos permite distinguir y clasificar a las pacientes con respecto a su glucosa durante el embarazo y consiste en muestras de glucosa en sangre en ayunas y después de la ingesta de una cantidad específica de azúcar.

 

El tratamiento está encaminado a mantener estables los niveles de glucosa en sangre y a buscar el bienestar del bebé. Y la forma de lograrlo es muy sencilla: sólo deben tener control de la ingesta calórica y del peso, así como hacer ejercicio acorde al estado de gravidez.

 

Una cosa que no puede faltar es el seguimiento ecográfico con el ginecólogo a través de un adecuado control de mediciones específicas como el peso fetal, la cantidad de líquido amniótico y la cantidad de sangre que la placenta aporta al bebé así como la que circula a través del mismo (ultrasonido Doppler) pueden garantizar el bienestar fetal.

 

Este tema puede sonar muy alarmante, pero ¡tranquila! Con un buen control y seguimiento médico no deberías presentar mayor riesgo al momento del nacimiento de tu bebé.

 

Hay que tener muy presente, que a pesar de que se llame “diabetes gestacional”, la madre, después de dar a luz, debe mantener contacto con su médico para un buen monitoreo del padecimiento. Aunque debemos esperar a que concluya el puerperio para estar 100% seguros de que ha desaparecido, o si el tratamiento debe clasificar el estado actual de la paciente y de este modo, dar seguimiento a su problema en el caso de que este persista.

 

Como en todas las enfermedades, la prevención es la mejor herramienta para evitar posibles complicaciones. Acudir con el médico para planear de forma adecuada el embarazo, control del peso previo a la gestación, realizar mediciones de glucosa, y durante la gestación, someterse a estudios de glucosa a partir de la semana 16 de gestación pueden ser la diferencia de un embarazo sano con un final feliz a un evento adverso que te perjudique a ti y a tu bebé.

¿Tienes dudas o deseas una consulta? Puedes llamarme: (55) 55-64-02-21/ (55) 41-65-28-31

 

Dr. Claudio Badillo Barradas.

Ginecología y Obstetricia

Biología de la Reproducción Humana