Desde la consulta pasada, en la que el doctor le dijo a Carlos que estaba aaalgo pasadito de kilos, ha tratado de hacer comidas más saludables. Pero por más intentos que ha hecho para cambiar su alimentación, la barriguita de mi marido sigue igual o incluso más grande.

Mmm… esto era un caso para “Súper Ana, inspectora privada”, así que comencé a hacerle preguntas casuales sobre sus días en el trabajo y los jueves de amigos. Que bueno que de mi “gordito” no dependen los secretos de Estado, porque ya me hubiera soltado toda la sopa, jajaja.

 

Poco a poco, Carlos fue dándome la evidencia que necesitaba para “aclarar el misterio”. Pues además de comerse los snacks saludables, no paraba de ir a comprar papas, galletas y dulces en la oficina; mientras que en los jueves de amigos, las cervezas, pizzas y tacos eran infinitos.

 

No pues… ¿así cómo, mi amor? Al ver que para él no era “serio” el tema del peso, le hice una cita con el médico. Tal vez lo que necesitaba era una plática REALISTA de las consecuencias que podrían traer sus kilitos de más (aunque, aquí entre nos… amo esa barriguita).

 

El doctor comenzó a decirnos, que además de aumentar las probabilidades de padecer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas, el sobrepeso podía afectar la movilidad y maduración de los espermas… lo que puede causar infertilidad y en algunos casos, disfunción eréctil.

 

La cara de Carlos comenzó a cambiar, ahora hablar de sus kilos de más ya había perdido la gracia. Más cuando las cifras empezaron a entrar en escena.

 

El especialista nos indicó que los hombres con problemas de sobrepeso tienen ¡¡9 millones menos de espermas que los que tienen un peso normal!! Y si a esto le agregamos un poquito de sedentarismo, tendremos la receta a un problema de infertilidad seguro.

 

¡Wow, un momento! Detengámonos un poco, respiremos y comencemos a planear los siguientes pasos.

 

Si bien Carlos está pasado de peso, no tiene obesidad mórbida; por lo que ponerse en forma no será TAN difícil.

 

¡Así que, manos a la obra en la misión “bye barriga”! Ya les estaré contando cómo vamos.

 

Ana