Vivimos en un mundo en el que cada día surgen las dietas, los nuevos alimentos tóxicos y otros que nunca habíamos escuchado, pero que al parecer son lo mejor para nuestros cuerpos. Pero si hay algo que me sacó muuucho de onda, se escuchó sobre los «alimentos reales».

¿Qué con eso? ¿Qué acaso no todos los alimentos que ingerimos son reales… o acaso me la he pasado comiendo cosas “imaginarias?

La verdad, este término me causó entre risa y duda; así que antes de comenzar a criticar, me puse a investigar un poco sobre este tema.

Resulta que la dieta de los alimentos reales o, mejor conocida en el mundo Instagram como “#RealFood”, se basa en comer alimentos lo menos procesados posible…de ahí el nombre de “alimentos reales”.

Así que, en pocas palabras, una “comida real” incluye todos los alimentos frescos, cuyo procesamiento ha sido mínimo. Pero como esto nos dejaría con muy pocas opciones (jejeje), también se incluyen aquellos que han sido sometidos a un procesamiento industrial mayor, pero que éste no ha afectado la calidad del alimento.

Lo que pude leer de los comments de los fans de esta tendencia, es que te permite regresar a los orígenes, alimentándote de lo que da la naturaleza, obteniéndolo de fuentes sustentables, cuidando al medio ambiente y apoyando a los agricultores.

No me lo tomen a mal, esta idea suena súper linda y poética, pero…no todos tenemos el espacio para tener nuestro propio huerto o tiempo para ir al mercado/tianguis; es por eso que es mil veces más cómodo ir al súpermercado de 24 horas y llenar la alacena.

OBVIAMENTE mi palabra no es ley, jajaja, así que decidí ir por un cafecito con mis amigas y poner el tema sobre la mesa. Para mi sorpresa 2 de ellas estaban SÚPER metidas en esta tendencia, y al parecer les va bastante bien; pero aceptaron que es un poco más complicado y algunas veces un poquitín más caro.

Al final creo que no se trata de seguir tendencias, sino de llevar un estilo de vida saludable, tener buenos hábitos, y así, si en algún momento se nos antoja la garnacha o el pastelito…pues nos lo podemos comer sin ningún arrepentimiento.

 

¿Ustedes están en la tendencia de la “comida real”? ¡Por favor, cuéntenme cómo le hacen!

 

Ana