El fin de semana quisimos darnos nuestra “salida de novios” Carlos y yo, así que revisamos la cartelera y compramos los boletos para ponernos al corriente con los estrenos (ya sé, mega ñoños).

Estábamos en la fila de la dulcería, cuando no pude evitar escuchar a unas chicas que hablaban sobre lo seguro que era tener relaciones sexuales con su pareja sin protección durante su periodo, ya que de esa forma no podían quedar embarazadas.

Aquí entre nos, estuve a dos de meterme en su plática y sacarlas del error; pero en cambio, comencé a pensar en todos esos mitos que rondan a la fertilidad.

No es que yo sea una erudita en el tema, pero después de estar intentando e intentando tener un bebé…uno comienza  a hacerse experta en desmitificar mitos.

Es por esto que decidí hacer una selección de los mitos que más he escuchado a lo largo de los años, para que no les vayan a dar, diría mi abuelita, “gato por liebre”.

Mito #1: embarazarse es lo más fácil del mundo

Por más que la fecundación es lo más natural del mundo, esto no le resta complejidad al proceso reproductivo. ¿Sabían que en México 1 de cada 6 parejas tienen problemas de infertilidad?

Mito #2: la infertilidad es cosa de mujeres

¡Falso! De hecho un tercio de los casos de infertilidad se deben a factores masculinos. Es por esta razón que es súper importante que ambos se realicen test de fertilidad, y así descubrir a tiempo las opciones que tiene como pareja para conseguir embarazarse.

Mito #3: como ya tuviste un hijo, no puedes ser infértil

De hecho puede pasar todo lo contrario. Platicando con mi médico me mencionaba que cerca del 11% de las parejas que ya tienen un hijo y enfrentan dificultades para tener un segundo, tardan más en buscar un tratamiento para embarazarse, ya que creen firmemente que no tienen problema alguno.

Mito #4: si no hay orgasmo…no hay embarazo

Ufff…si esto fuera cierto, la humanidad se hubiera extinguido hace muuucho, jajaja. Afortunadamente la fertilidad no tiene una relación directa con los orgasmos.

¿Alguno les sonó familiar? Uyyy…y espérense, aún tengo más para compartir. Estén al pendiente de mi próxima entrada.

Ana