No sé si les pase lo mismo, pero entre los días avanzan mis nervios y psicosis aumentan. Es por eso que a pesar de que a Carlos no le guste que ande “googleando” cosas, ya que muchas de ellas suelen ser falsas, me he metido a investigar sobre un tema que siento sigue siendo un tabú… la donación de óvulos.

 

Que un hombre done esperma no se nos hace TAN loco ni escandaloso, pero si cambiamos el tema a óvulos, al parecer hay todo espectro de ideas al respecto. Así que para matar mi ansiedad, decidí clavarme e investigar, para después preguntarle a mis amigas qué opinan al respecto.

 

Por lo que pude investigar todas nosotras nacemos con aproximadamente 400,000 ovocitos, que es como se le conoce a los óvulos inmaduros, y sólo uno de cada mil va a llegar a madurar… sorry… ¡¿WHAT?! Sí, sólo uno de mil y los demás pasaron por tu cuerpo sin pena ni gloria.

 

Entonces, si lo vemos así, las personas que deciden hacer la labor altruista de donar sus óvulos, están dándole una nueva misión a los óvulos que no utilizarán, y que eventualmente su cuerpo desechará, convirtiéndolos en un rayito de esperanza para otras.

 

Mmm… esto suena bien, pero (please no me juzguen) no puedo evitar preguntarme qué pasa después, ¿qué voy a sentir al tener los óvulos de alguien más dentro de mi?, ¿el embarazo se siente igual?, ¿el bebé va a tener mis genes?, ¿se va a parecer a mi?

 

Bea, una de mis mejores amigas tiene dos hermosas hijas y, en una de nuestras mil tardecitas de café la bombardeé con todas mis dudas (ella es mamá y puede tener otra visión de las cosas). Y vaya que me llevé una sorpresa cuando me dijo que la mayor de sus hijas es producto de una donación de óvulos. ¡WOW!, ¿en serio?

 

Aquí entre nos, ambas nenas se parecen a ella, tienen ademanes y posturas tanto de ella como de su papá. Y es justo lo que me explicaba, ella ama a sus hijas por igual, no sintió ninguna diferencia entre los embarazos porque al final del día era SU BEBÉ creciendo dentro de ella. Si bien el óvulo trae la carga genética de la donante, el esperma trae la del papá; y el lugar donde el bebé se nutrirá y vivirá, será tu vientre.

 

Al escucharla hablar con tanto amor y confianza en el método que utilizó para su primer embarazo; me fue imposible no ver el tema de la donación de óvulos desde otra perspectiva, y en verdad considerarlo como ese rayito de esperanza para lograr mi sueño de ser mamá.

 

Aún siento raro pensar que podría llevar en mi vientre los óvulos de alguien más, pero según Bea, ese sentimiento es normal y conforme va pasando el embarazo, desaparece. Pero, ¿Carlos lo verá igual? ¿Será más fácil para él considerar esta opción?

 

Creo que tendré que preguntarle y ya les contaré su reacción.

 

Ana