En mi calendario van marcados 7 meses de chequeos médicos continuos, de revisión de dosis y de seguir al pie de la letra cada instrucción del doctor; cansado…sí, pero ha sido la combinación de todos estos factores lo que me ha permitido estar a menos de 2 meses de “hacer pop” y poder ver a los ojos a mi bebé.

Hace poco más de 4 meses compartí con ustedes dos noticias que le han dado un giro de 360º a mi mundo:

  1. Tengo hipotiroidismo
  2. Estoy embarazada

Sí, soy Fernanda. Recuerdo haberles comentado que tenía una mezcla rara de emociones, y debo confesarles que aún las sigo teniendo. Por un lado muero de ganas de que llegue el día en que nazca mi bebé, pero me da mucho miedo que algo se complique durante esta última fase.

El miedo que me hizo buscar a un excelente médico y a seguir el tratamiento sin vacilar, es el mismo miedo que el día de hoy me quita el sueño, pues no dejo de pensar en los “¿qué tal si …?”:

  • ¿Qué tal si al final algo sale mal?
  • ¿Qué tal si no ingerí suficiente yodo y mi bebé nace con algún problema?
  • ¿Qué tal si después de dar a luz, mi hipotiroidismo se descontrola y no pedo atender bien a mi bebé?

Según me ha explicado mi médico, la etapa crítica tiroides vs. bebé terminó a las 12 semanas, pues mi pequeño ya tenía desarrollada su propia tiroides. Pero aún se puede presentar algo conocido como tiroiditis, que suele confundirse con depresión post parto. Así que deberé estar bajo una estricta revisión médica.

Sé que puedo leerme muy seca y fría…pero créanme…estoy aterrada. Por mucho que cuento con el apoyo de mi marido y de mi médico, la angustia es, algunos días, superior a mi.

Mi marido me dice que respire, que todo estará bien. Al final del día la fortaleza y valor de una madre es la 8ª maravilla del mundo, no hay poder humano que se le asemeje.

Así que…¡aquí voy! Deséenme suerte

Fernanda