“¡Ánimo muchachos, ustedes pueden! ¡demuestren de qué están hechos!”, son sólo algunos de los muchos pensamientos buena onda que le enviaba al vasito en donde reposaba mi esperma, antes de que se lo entregara a la enfermera.

Ahora heme en mi casa, pensando en las pruebas que tendrán que superar mis “compas” y esperando que sean todos unos ganadores, así las noticias que nos tenga el doctor a Lore y a mi le brindarían un sentido nuevo a nuestra búsqueda de tener un bebé.

Pero dejen me regreso un poco para explicarles cómo es que llegué a necesitar un espermiograma (forma súper rebuscada para el examen que te dice la calidad, movilidad y en resumen qué tan fértiles son “tus muchachos”) y tener que pasar un tiempo considerable en un cuartito de una clínica para depositar mi esperma en un vasito (sí, así como en las pelis).

Lore, mi mujer, y yo comenzamos a sentir el tic tac del reloj biológico y decidimos olvidarnos de los métodos anticonceptivos y comenzar a “hacer la tarea” TAN frecuente como se pudiera, para ver si pegaba y nos embarazábamos. Pero después de varios meses de días, tardes y noches de pasión (soy muy aplicado en todas mis tareas, jajaja) sin que pasara algo, un foquito rojo se prendió.

Sé que podrá sonar muy machista, pero en verdad comencé a molestarme con ”mis muchachos”, pues cómo era posible que no pudieran lograrlo. Yo, el súper macho alfa, lomo plateado y todo lo demás…no podía embarazar a su esposa.

La verdad Lore se ha portado increíble conmigo, pues entendió perfecto mi frustración y me dio el espacio que necesitaba para pensar las cosas y meditar qué paso quería dar.

Decidimos ir al médico y volvernos, al mismo tiempo, ratitas de laboratorio. Así, no haríamos más largo el proceso de ver si el “problemita” era mío o suyo…al final somos una pareja, así que siempre juntos.

Creo que me estoy poniendo algo sentimental, pero no saben lo bien que me hizo escribir todo esto. Al menos pude enfocarme en otra cosa que no fuera el tic tac del reloj.

No sean malos y mándeles buena vibra a “mis muchachos” para que salgan como todos unos campeones en estas “olimpiadas de fertilidad”

Luis