Desde bebé he tenido a mi lado 2 angelitos, ¿sus nombres? No lo sé y la verdad nunca he preguntado; lo único que sé es que se trata de mis hermanitos, las dos grandes pérdidas que sufrieron mis papás antes de que mi hermana y yo llegáramos al mundo.

Si bien la historia siempre se me ha hecho triste, no fue hasta que perdí a mi primer bebé que comprendí que no existe un dolor más grande que el que la vida te ilusione con sentir en tu interior cómo va creciendo una vida, para luego quitarte todo en un segundo.

En mi afán por buscarle una lógica a mi pérdida, comencé a considerar que de cierta forma…mis padres, o al menos sus genes, podrían tener algo de culpa en todo esto. Sé que suena horrible, pero los que hayan pasado por lo mismo que yo, entenderán que uno busca respuestas hasta debajo de las piedras.

¿Podría ser que mi problema de infertilidad fuera herencia de mis padres? Con ellos nunca supieron la razón de sus abortos, fue después de un sin fin de estudios y citas con el psiquiatra que llegamos al mundo mi hermana y yo, así que…¿por qué no?

No podía preguntarles a ellos, pues no quería herir sus sentimientos (por más que necesitara respuestas), así que fui con mi psicólogo. No, no estoy loca…es sólo que ha llegado un punto en el que el estrés laboral me está consumiendo por fuera y por dentro, al grado de llegar al borde del colapso. Él, desde su posición de médico, me dijo que lo mejor era agendar una cita con un biólogo de la reproducción; ya que es EL experto en todos estos temas, y seguro podría darme mayor claridad.

Hice unas llamadas y por fin lo encontré. Le conté toda mi historia y mis hipótesis, y su respuesta me dejó con más preguntas.

Él me comentaba que si bien se pueden tener anomalías de forma hereditaria en espermas o incuso antecedentes de menopausia precoz, el diagnóstico de infertilidad incluye múltiples factores como los hábitos alimenticios, el estrés, el uso de “sustancias recreativas”, enfermedades de transmisión sexual, etc. Vaya que la infertilidad es la aguafiestas por excelencia, ¿no lo creen?

Ya de regreso con mi terapeuta, le expuse mi preocupación pues…la razón de pagarle cada semana 1 sesión era mi crisis nerviosa por el estrés laboral. Y si a eso le sumamos que para sobrevivir a la locura en la oficina, el alcohol ha sido uno de mis mejores aliados…pues como que la fórmula no está saliendo a mi favor.

Pensar en todo esto me ponía más y más nerviosa, pero me dijo que esto es como todo: un paso a la vez, y que iremos trabajando, junto con el biólogo de la reproducción, en cada aspecto para que mi cuerpo y mi mente esté preparado para volverlo a intentar.

Suena a que va a ser algo lento, y me va a costar muuucho trabajo tener la paciencia suficiente para seguirle el paso a todas las pruebas que me esperan; pero al menos sé que no estoy sola, y eso me hace tener un poco más de esperanza.

Espero lograrlo y poder contarles pronto que mi historia tuvo el mismo final feliz que la de mis padres.

Julie