¡Hola, Ana! Te escribo porque quiero decirte GRACIAS, gracias por crear este espacio para todos los que nos enfrentamos a la infertilidad, fueron siete años en los que mi esposo y yo no entendíamos por qué no éramos elegidos para crear vida, para tener un bebé en nuestro hogar y crecer esta familia que tanto hemos cuidado.

Fueron años y años en los que sentíamos que era “normal” no embarazarnos tan rápido, creíamos que era una señal de que debíamos hacer miles de cosas antes de convertirnos en padres. Recuerdo tan bien en donde las reuniones familiares se volvían un interrogatorio constante, “¿y para cuándo?, ¡ya se tardaron!” y nuestra respuesta siempre era la misma, – “aún no es tiempo, queremos viajar y disfrutar nuestro momento de pareja antes de tener hijos”-  (aunque por dentro siempre trataba de aguantarme las ganas de no llorar y decirles no sé por qué no lo hemos logrado).

Hace un año mi esposo y yo estábamos devastados, de esas veces en que sientes que tu corazón ya no puede ilusionarse una vez más… tuvimos un retraso de una semana y por lo regular yo soy muy exacta; pensamos en mil cosas, la ilusión y emoción nos llenaba el corazón con la posibilidad de que al fin estábamos embarazados. Esperamos unos días más antes de hacernos una prueba (misma que no fue necesaria tres días después, pues llegó mi menstruación).

Así llegamos a marzo del año pasado y la pandemia nos tenía la mayor parte del tiempo en casa, trabajando, viendo series y sobre todo pasaba mucho tiempo en redes sociales y fue cuando vi una publicación de esta página que decía: “¿Cuál ha sido la vez que más discriminación sentiste por no tener un bebé?” y leí muchísimos comentarios de personas como yo, que no habíamos logrado ser padres, y me sentí entendida, comprendida porque yo muchas veces me sentí discriminada por no lograr un embarazo; pero en esta página me sentí no juzgada , al contrario, después de mucho sentía que pertenecía a un grupo…

Se abrió ante mí un mundo de posibilidades, entendí que no era normal no embarazarme, ese día supe que la infertilidad existía y que no es que no era nuestro momento, sino que necesitábamos ayuda, y comencé esta búsqueda incansable por encontrar un especialista en fertilidad y que me dijera al fin qué es lo que pasaba conmigo (yo pensaba que tener mi periodo regular era suficiente indicador de que todo estaba bien, ¡qué equivocada estaba!)

Mi esposo y yo siempre nos centramos en mí, asumíamos que él estaba bien, y es cuando uno piensa cuánto puede pesar la educación y tabú de una sociedad en la que pensamos que si no podemos quedar embarazadas es solo cuestión de la mujer, nada más alejado de lo que debemos de pensar, porque si de algo hoy estoy segura, es que ante la infertilidad no podemos asumir NADA; ambos necesitamos hacernos los estudios y revisiones necesarias para saber qué es lo que pasa y por eso me decidí a escribirte porque cuánto me hubiera gustado que alguien me hubiera dicho esto antes, tal vez me hubiera ahorrado años de desilusiones y esperanzas rotas.

Nuestra vida cambió en el momento en que abrimos nuestra mente y nos dimos cuenta que si necesitábamos ayuda de un médico, perdimos años muy valiosos y tal vez hoy nuestra historia sería distinta, sin embargo también creo que si no hubiéramos pasado por esta prueba, nuestra relación no sería tan fuerte, tan entregada y sobre todo tan amorosa.

Hoy les quiero compartir a toda la familia MTB que estamos embarazados, ¡al fin lo logramos! Desde marzo comenzamos con miles de pruebas, estudios, visitas al médico y tratamiento, ¡y todo ha valido la pena!

Estamos en la semana 12 y mi corazón se siente agradecido por haberlos encontrado, porque es cierto para algunas personas embarazarse es un logro “fácil”, pero habemos otras personas que necesitamos otros pasos y ayuda extra para lograrlo…pero que estoy segura que si no desistimos, podemos lograrlo.

Rocío.