Familia MTB, sin temor a equivocarme, esta ha sido la semana más complicada, llena de cuestionamientos y tristeza, de toda mi vida.

 

Empieza mi día y me pregunto, ¿cómo se hace para qué deje de llorar?  Carlos (mi gordito) ha estado muy callado, lo cual es señal de que algo no está bien. Siempre hablamos de lo que nos pasa en nuestro día, pero esta semana, hemos hablado muy poco. Se nota triste pero cómo puedo consolarlo, si yo me siento pérdida.

 

Siento que en mi interior la esperanza se va reduciendo poco a poco de forma indescriptible… Por ello mi silencio esta semana, lo que menos quiero es transmitirles ese sentimiento triste y de derrota.

 

Les comparto con mucho dolor que la “tarea” no se logró, otra vez… A diferencia del mes anterior, en esta ocasión quisimos ir más a la segura y además de hacer con mucha precisión nuestra labor en los días que el doctor nos recomendó, también quisimos intentar la FIV (Inseminación In Vitro), pero tristemente igualmente falló.

 

La verdad estábamos en shock, pensábamos que con la FIV iba a poder al fin embarazarme y cumplir nuestro sueño, pero no fue así, ¿qué pasó? Yo también me lo pregunto… Lo que nos explicó nuestro médico fue que la calidad de los embriones, no era la adecuada, así que la probabilidad de que la implantación fuera fallida… era muy alta.

 

Estoy convencida que cada persona, sea mujer u hombre o incluso en pareja, luchan y afrontan cada batalla con lo que tenemos a nuestro alcance y esta semana necesitaba mucho silencio y agarrar fuerza para seguir intentándolo.

 

Les agradezco con el corazón en la mano a todos los que me escribieron en el chat y me preguntaron, si estaba bien. ¡Gracias, familia MTB!

 

Ana