¡Hola, Ana!  Llevo varios días queriendo escribirte mi historia, la realidad es que empiezo a poner unas palabras y el llanto me invade…  me gustaría compartirte cómo me siento en estos momentos y estoy muy segura, de que mi sentir, es el de miles de futuras mamás que estamos alrededor de todo el mundo.

 

Pedí muchas veces, incluso rogué que este 10 de mayo desapareciera del calendario, me daba terror que esa fecha me alcanzara… Pues hace un par de semanas, perdí a mi bebé de 30 semanas de embarazo. Hoy amanecí pensando una y otra vez, que, si todo hubiera seguido bien, ahorita estaría con mi niño en brazos y celebrando mi primer 10 de mayo…. Pero no es así.

 

Hace cerca de dos semanas que vi la transmisión en vivo por Facebook de Gaby y la pregunta con la que empezó, tocó nuevamente fibras en mí, muy sensibles. Porque claro que todos los días me pregunto, “¿por qué a mí?”; y por más que intento no sentirme culpable (juro trabajo en ese sentimiento todos los días), aún no lo consigo.

 

Mi embarazo se logró después de 8 largos años de lucha contra la infertilidad, mi esposo y yo estuvimos a punto de separarnos, no es que se acabara el amor, pero todo era frustración y tristeza, no podía más que pensar en cómo iba a cambiar y llenar de alegría nuestra casa cuando el bebé llegara…. Hoy, ya no sé si ese momento en verdad sucederá.

 

Son ocho años queriendo celebrar el día de las madres, anhelo con todo el corazón ser parte de ese privilegiado grupo, capaz de dar vida y amor incondicional y es que, no es para menos, vengo de la mejor mamá, la mujer más amorosa y comprensiva (lo sé la mayoría decimos eso de nuestras mamás), pero también sé, que ella es así porque viene de un gran legado, mi abuela, quien creció como las mujeres de antes, trabajadora en el hogar y dedicada a sus hijos. Pero al parecer yo no seguiré con ese ejemplo y eso, en verdad me parte el alma.

 

Querida, Ana, te agradezco de verdad este espacio, es la primera vez que lo digo y solo espero con el corazón en la mano, que algún día logre ser, ¡la mejor mamá del mundo!

 

Susana