Hola, Soy Andy y debo confesar que soy prueba viviente de que la combinación de paciencia, amor, un buen médico y el tratamiento de fertilidad adecuado, pueden llevar a un final feliz.

El día de hoy mi nena cumple un año, y mi marido y yo no cabemos de la felicidad.

Pero…la verdad no quiero que mi participación se centre en mi peque, sino en mi “otro bebé”, una pug de 5 años que es mi adoración y sin la cual, estoy segura, mi embarazo no hubiera sido el mismo.

Tanto mi marido como yo somos súper “perreros”, desde niños hemos tenido la compañía de un can y estamos totalmente de acuerdo que esa convivencia nos hizo crecer con otra visión del mundo.

Es por esto que cuando nos enteramos que la in Vitro había dado resultado y que estábamos embarazados, no nos preocupaba tener a nuestra pug cerca. Pero los comentarios de familiares y amigos se dejaron venir con singular alegría.

  • “¿Y qué harás con el perro, obvio no lo vas a tener en tu casa?”
  • “¿Has escuchado de la toxoplasmosis? Esos bichos que viven en la popó de los animales, pueden causar problemas en el feto…deberías deshacerte del perro”
  • “Tanto te ha costado embarazarte y…¿vas a conservar al perro que es un factor de riesgo para ti y tu bebé?”

En verdad nos sentíamos abrumados por todo el bombardeo psicológico en contra de mi pobre pug. Así que en lugar de ir con la corriente, nos pusimos a investigar…pues Maca (así se llama mi pug) no era sólo un perro, era parte de la familia y como tal NO era una opción el desecharla.

Así comenzó la visita con mi médico, con el veterinario de Maca, y con la biblioteca y el internet. Y cuál fue nuestra sorpresa al encontrar un común denominador en todas sus respuestas: la compañía de un perro durante el embarazo y la crianza de los hijos, lejos de ser riesgosa es totalmente benéfica.

¡Wooohooo, lo sabía! Según los estudios que nos mostraron tanto el biólogo de la reproducción como el veterinario demostraron que la compañía de un perro durante el embarazo reduce los niveles de estrés y ansiedad, sobre todo en aquellos embarazos donde las parejas se habían sometido a un tratamiento de fertilidad.

Además de que estamos más cuidadas que nunca, pues con su sexto sentido nuestros perritos reconocen que está creciendo vida dentro de nosotras, por lo que nos protegerán de todo. En mi caso, Maca no dejaba que ni mi marido se acercara, jajaja.

La verdad fue una experiencia única que no cambiaría por nada, el vínculo que creé con mi perrhija fue algo INCREÍBLE y que sólo alguien, con el mismo amor por los animales que nosotros, entendería.

¿Y la toxoplasmosis? Bueno…de eso sólo hay que preocuparse si recogen la popó de sus animalitos con las manos y después se las chupan. ¡Asco! Mi marido y yo usamos guantes para limpiar los deshechos de Maca y obviamente nos lavamos las manos después de hacerlo, así que…no, no me tuve que preocupar por ese tema.

Ahora que tenemos a Sofi con nosotros, y con el OK del pediatra; ella y Maca son las mejores amigas. Así mientras mi nena le enseña a la pug cómo robar comida…Maca le brinda todos los anticuerpos que necesita en dosis máximas de apapachos de can.

Sé que no todas las situaciones son iguales, pero quería compartirles mi historia por si tienen un perrhijo…no se vayan sólo con lo que dice la gente, investiguen y hablen con los especialistas.

Andy