Crecí en un círculo familiar muy cuidado, con un papá que contaba historias todas las noches y una mamá que se desvivía 24/7 por sus pequeñas. Creo que es por eso que desde que tengo memoria soñaba con tener mi propia familia y brindarle a mis hijos el mismo o incluso mejor entorno que el que me dieron a mi.

Soy Dany y tengo 30 años, no…no estoy casada y tampoco tengo hijos. ¿Por qué? Bueno, digamos que caigo en el cliché de que me he dedicado en cuerpo y alma a mi trabajo, amo lo que hago.

No vayan a creer que soy una aislada social, jajaja. Tengo novio, amigos y un perro, con los que mi vida está completa…al menos por el momento.

He de confesar que la mirarme en el espejo aún no me veo como una esposa o madre, siento que me hace falta madurar en muchos aspectos, es decir, no logro que una planta sobreviva más de un mes (soy la peor enemiga de los cactus) y tengo al xoloitzcuintle más berrinchudo y mimado…que si fuera una persona sería I-N-S-O-P-O-R-T-A-B-L-E, jajaja.

Pero últimamente “la maternidad” ha estado rondando en mi mente. ¿Cuándo va a ser el momento ideal para pensar en bebés? ¿Debo dejar a un lado mis proyectos profesionales por cumplir un sueño personal? ¿Cuándo me sentiré lo suficientemente preparada mental, económica y sentimentalmente para ser mamá? Uff son muchas preguntas…siento que la cabeza me va a explotar.

Mientras hablaba con mis amigas sobre este conflicto existencial que me quita el sueño y me da taquicardia, el tema “congelación de óvulos” llegó a la mesa. En verdad era como platicar sobre esas películas de superhéroes, a los que congelan para que no envejezcan ni un día y cuando los necesitan sólo los descongelan y ¡listo!

La verdad me quedé con la espinita y comencé a buscar más sobre el tema, pues si en verdad es tan maravillosa y novedosa…esta técnica podría ser mi salvación para tener TODO lo que quiero sin poner en pausa ninguno de mis proyectos.

Aprovechando mi cita con la ginecóloga para los TAN esperados papanicolau y colposcopía del año, y para evitar concentrarme en la toma de muestras para el laboratorio, comencé a interrogarla sobre la congelación de los óvulos.

Se me hizo mega raro que no le sorprendiera la pregunta (¿a caso me veo tan cero maternal?), sino todo lo contrario. Comenzó a decirme que los estudios demuestran que la mejor edad para recolectar y congelar los óvulos, es entre los 30 y 35 años y que, como toda técnica nueva…es algo costosa. ¡¡NOOOOO!!! ¿Es en serio, tengo menos de 5 años para ahorrar y congelar a mis “amiguitos”?

Comencé a desanimarme, pero la doctora siguió contándome sobre esta técnica en la cual se congela no uno, sino un grupo de ovocitos (como también se les conoce a los óvulos), los cuales permanecen con la edad y funcionalidad del día de la extracción.

¿Sabían que, médicamente, se podría implantar un óvulo fertilizado en una mujer de hasta 50 años?

Tengo que seguir investigando y preguntando, pero es una realidad que me atrae mucho la idea de poder congelar mis óvulos y así tener más tiempo para construir el hogar que quiero darle a mis hijos.

Antes de despedirme, quisiera preguntarles…¿alguna de ustedes ha hecho esta técnica? ¿Les funcionó?

Dany