La infertilidad nunca llega sola, saber que ese bebé que tanto has anhelado tal vez nunca llegue, es muy doloroso. Así que inevitablemente junto con la infertilidad llegará la ansiedad, el dolor emocional y posiblemente, la depresión.

 

Salir con tus amigas, puede ser una buena idea, pues esto te podría ayudar a manejar los altibajos emocionales (al menos de manera inmediata). Sin embargo, la vida sigue su curso y la llegada de un bebé puede tomar muchos meses. Comenzando con la realización de los estudios, hasta la llegada del tratamiento.

 

Así que la vida de tus amigas, de las primas, de tus hermanas y de todas las mujeres a tu alrededor seguirá adelante, y con ello, muchas cosas felices pueden llegar a pasarles, incluso puede ser que varias de ellas se conviertan en madres (a propósito, o sin quererlo).

 

Cuando esto pasa a tu alrededor, muchas mujeres que luchan contra la infertilidad me han confesado en consulta que sienten dolor o incluso, enojo, porque una de sus amigas se embarazó “sin querer” y que abortaron. Existe esa sensación de molestia por las cosas que las demás personas viven, una especie de celos de los momentos felices que los otros tienen y, que muy probablemente no quieras presenciar. Esto podría fracturar la amistad.

 

Muy sinceramente, es difícil disfrutar la felicidad de los demás, sobre todo cuando se está triste, pero la realidad, es que la vida sigue y nada la puede detener. Los otros vivirán momentos felices y tristes, mientras ustedes atraviesan por todo lo que la infertilidad conlleva. Como todo lo que estás viviendo en relación a la búsqueda de un embarazo, las relaciones sociales también deberán planificarse. Elige cuidadosamente a las personas con las que compartirás lo relacionado a la infertilidad. No todos tienen la capacidad de ser empáticos con los demás o en particular, con la infertilidad. Hay amigas con las que cuentas, no importa lo que pase y puedes sospechar que entenderán lo que estás pasando.

 

Antes de hablar respecto a la infertilidad y de tus sentimientos alrededor del tema, haz un análisis personal de lo que estás sintiendo, ¿qué te preocupa?, ¿qué te molesta? y, ¿qué necesitas de una amiga?

 

Habla con esas personas que crees que te entenderán y sincérate respecto a lo que ese análisis personal te dejó. Solo si percibes que entienden tus sentimientos, sigue adelante, si, por el contrario, te sientes incomprendida, o minimizada, no tienes por qué exigir que alguien entienda ese pesar emocional que estás pasando. Interrumpe esa plática, ¡alguien más lo podrá entender!

 

Elige aquellos momentos que quieres compartir con tus amigas. Cuando algo duela y dudes de si, acercarte o no a tus amigas, siéntete en la libertad en decidir aquello que no te duela presenciar y dejar aquello que sabes que dolerá.

 

Pero, también piensa en los sentimientos que tienes por tus amigas. Hay momentos que nunca se repetirán y acompañar a alguien en un momento de felicidad, no tiene que ser algo en contra tuya, por lo contrario, puede ser un momento que te llene de gozo y que te arrepientas de no vivir.

 

Recuerda que nadie puede adivinar lo que piensas y sientes, así que cuando necesites hablar de algo que no es tan positivo para ti, pide contención emocional de parte de ellas y si tienes ganas de olvidarte de ello, pídelo también, siempre puede haber momentos divertidos que te llenen el alma de amor.

 

Si sientes que tu actitud ha sido de tristeza o de dolor y si te has aislado de tus amigas y si no quieres que te excluyan de los momentos de festejo, se los puedes expresar muy abiertamente. Muchas veces, el no invitarte a un evento tal como una fiesta infantil, el descubrimiento del sexo de un bebé, una boda, etc., puede ser un acto de desconcierto de tus amigas, que podrían quererte evitar “el sufrimiento” que creen que tendrías por estar con ellas mientras que tu vives la tristeza de no poder lograr el embarazo. Si no quieres que se anden con secretos o evitándote el sufrimiento que te causarían al invitarte, diles muy abiertamente que no te quieres perder de sus momentos felices (a pesar de tu dolor), pues este tipo de malentendidos puede llegar a alejarte definitivamente de algunas personas, a las que muy probablemente no quisieras perder.

 

Por el contrario, habrá momentos muy lindos que tus amigas podrían querer compartir contigo y que tú no tengas la fortaleza emocional para poder vivirlos. Sé muy sincera al respecto, no vale la pena inventar algo.

 

Puedes estar cerca, sin estar físicamente presente. Por ejemplo, si alguna amiga tiene un baby shower, elige cuidadosamente el regalo con el que le expreses tu amor y la felicidad que sientes y porque la quieres, envíalo y dile que la amas. Hazle saber que no te pasa desapercibido su momento de felicidad, pero que no estás en el momento de poder enfrentarlo, eso puede incluso, unirlas más.

 

Así que, puedes estar cerca de tus amigas o no, tanto como quieras, pero ten en mente siempre, que, si ellas han sido importantes para ti antes del padecimiento de la infertilidad, puede valer la pena cultivar su relación.

 

La vida está compuesta por muchísimos otros aspectos diferentes a la maternidad y la mayoría de las amigas, son tales porque te conocen y te aprecian como persona. Si hablas y eres sincera, es muy posible que puedas conservar la amistad a pesar de las diferencias en sus vidas. En cambio, si solo te alejas (como lo vivimos de manera cotidiana), los malos entendidos, suelen romper relaciones todos los días. Si tienes una amiga a la que amas, vale la pena cuidarla.